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Reflexiones
Padre Nicolás Schwizer Nº 45 - 15 de octubre de 2008

La familia, comunidad de Alianza y amor

Lo primero que podemos decir es: la familia es una comunidad de Alianza. Porque al inicio de la familia natural encontramos ya una Alianza, la Alianza matrimonial que sellaron los cónyuges el día de sus bodas. El matrimonio es una Alianza de Amor ya naturalmente, por ser una comunidad de vida entre dos personas que quieren formar una comunidad permanente, integral. Pero lo es también por ser sacramento.

El sacramento del matrimonio quiere reflejar el amor que Cristo le tiene a la Iglesia, quiere simbolizar la Alianza de Amor entre Cristo y la Iglesia. Manifestar el amor de Cristo a través de la vida matrimonial: esta es una tarea difícil, un ideal sumamente elevado.

Esta Alianza matrimonial es el origen. Y cuando aparecen los hijos, esta Alianza se convierte en Alianza familiar. Toda Alianza tiende a crear comunidad, familia: La Alianza bautismal nos regala la Iglesia, familia de los hijos de Dios.

Y la Alianza matrimonial busca ampliarse en una familia. Ya no sólo el matrimonio, sino también los hijos van sumergiéndose orgánicamente en esa comunidad de amor, de una misma sangre. Es un dar y recibir mutuo, un pertenecerse y comprometerse creciente, un intercambio de amor y vida, entre marido y esposa, entre padres e hijos, entre hermanos.

Todos sabemos de la importancia de esta comunidad familiar. Porque la familia natural tiene un rol decisivo para el desarrollo sano de cada persona humana, tanto en lo físico, como en lo intelectual, espiritual y moral. Por otra parte, tiene también una importancia de primer orden en la forjación de una auténtica convivencia social. Porque la familia es la base y el modelo de toda comunidad humana. En ella, el hombre aprende a ser persona, aprende a vincularse con otros en forma personal.

El hombre necesita crear vínculos. Ellos representan su seguridad fundamental, su sentido, su alegría, su centro. Un niño, al nacer en su hogar, entra natural y orgánicamente en este mundo de vínculos que es su familia. En torno a estos vínculos fundamentales construye su mundo propio.

La Alianza de Amor en Schoenstatt incluye no sólo una vinculación original con la Sma. Virgen, sino también con todo el mundo que nos rodea. Así también la familia como comunidad de Alianza, significa toda una red de vínculos que envuelven a todos sus miembros, y que van creciendo y profundizándose a lo largo de los años.

La Familia, una comunidad de amor

Esta Alianza es una Alianza de Amor. Estos vínculos personales son vínculos de amor.
El amor es la fuerza secreta que mueve todo, que anima todo, que fecunda todo. Lo central de la familia es el amor; lo decisivo es el amor; el fundamento mismo de la familia es el amor.

Como respuesta a un mundo sin amor, nosotros queremos formar al interior de nuestras familias una comunidad nueva, una comunidad llena de amor. Y a través de nuestras familias queremos forjar a un hombre nuevo, un hombre movido por el amor. Y la responsabilidad es de cada uno personalmente. Si yo quiero que mi familia llegue a ser una comunidad de amor, entonces yo tengo que esforzarme para entregar amor, yo tengo que educarme para ello, yo tengo que dar el primer paso: yo, padre, madre, hijo, hija...

Preguntas para la reflexión

1. ¿En qué puedo esforzarme por mejorar?
2. ¿Qué pasos puedo dar para profundizar esa Alianza familiar en mi hogar?
3. ¿Somos una familia mariana?

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