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Reflexiones
Padre Nicolás Schwizer N° 110 – 01 de julio de 2011

El casamiento

Los novios vienen a la Iglesia para casarse ante Dios y ante la comunidad cristiana. Es porque sintieron que ese amor que nacía, se ofrecía como una promesa de felicidad. Fue tan honda su experiencia del amor, que decidieron: esto tiene que durar para siempre.

Y cada uno se habrá dicho a sí mismo: Mi felicidad depende de esta persona extraordinaria con la cual me he encontrado. Me doy cuenta de que sin ella yo no puedo crecer, no puedo ser feliz, la necesito. Y por eso quiero unir mi vida a la de ella.
Y es así como inician el camino del matrimonio llenos de esperanza.

Ahora, ¿qué significa el sacramento del matrimonio para la historia de amor que están viviendo?

Pienso que la gran mayoría de los matrimonios cristianos no tiene muy claro ese significado. Hay mucho de costumbre, de rutina y hasta de presión familiar en eso.

Muchos creen que el casamiento no es más que una simple bendición del propio amor –así como se bendice un coche o una medallita – para que Dios los proteja y no les suceda nada malo. Yo sé que ese no es el concepto que Uds tienen de este sacramento.

Porque el verdadero sentido del matrimonio cristiano es: A través de este sacramento, el Señor hace algo con el amor. Toca este amor y lo cambia, lo cambia en otra cosa distinta de lo que era cuando entraron a la Iglesia.

Algo semejante pasó en la Última Cena, cuando el Señor cambió el pan en su Cuerpo. El pan siguió pareciendo pan, pero ya no era pan, sino signo de que ahí está el Cuerpo de Cristo.

Lo mismo hace el Señor con el amor en el día del casamiento: Toma el amor de los novios y lo convierte en signo y en presencia de su propio amor divino.

El amor sigue siendo el amor de los dos, pero al mismo tiempo es más – como la hostia consagrada es más que pan. El amor de los dos recibe la misión de ser signo y reflejo del amor de Dios entre los hombres.

Y en el sacramento del matrimonio, los dos van a aceptar esa misión. Van a decirle al Señor: Sí, acepto que mi amor se convierte en reflejo del tuyo.

Quiero amar a mi cónyuge no según mis ganas, sino quiero tratar de amarlo como Tú, Señor, amas a la Iglesia, como Tú amas a la humanidad entera, como Tú amas a cada ser humano.
En lo profundo de su corazón van a decirle al otro: yo te acepto a ti, como la persona a través de la cual Cristo se va acercando a mí. Yo sé que a mí Dios se me acerca a través de muchas cosas, de muchas personas, de muchos acontecimientos. Pero al casarme contigo, te acepto a ti como el gran camino por el cual Cristo se me va acercando.

Cada uno se acepta y se regala al otro como lugar privilegiado de encuentro con el Señor. Cada uno se convierte para el otro en Santuario vivo, donde encuentra a Cristo. El rostro de la esposa y del marido se convierte en el rostro de Cristo mismo: rostro lleno de amor, ternura, generosidad, entrega y fidelidad.

Por eso, Dios los llama a convertirse en signos permanentes de su amor, en sacramentos vivos de su amor. Lo importante de la ceremonia del casamiento no es, entonces, el vestido de la novia ni la cantidad de los invitados, sino este encuentro profundo con el DIOS DEL AMOR.

En el libro del Apocalipsis y en la tradición cristiana hay una imagen muy hermosa, que es la imagen de CRISTO COMO SOL. Sabemos que el sol es la fuente de luz, fuente de calor, fuente de vida. Y Jesús es nuestro sol. Porque su amor ilumina, calienta y vivifica nuestra existencia.

Y eso, ¿qué significa? Cada uno ha de ser Sol de Cristo para el otro: darle la luz, darle el calor, la vida que necesita para crecer.
Uds se casan porque cada uno descubrió que el otro era su sol. Porque el encuentro con el otro le hizo sentirse feliz, seguro, aceptado. Y decidieron casarse, para seguir siendo sol del otro, para continuar regalándose mutuamente esa luz.

Queridos hermanos, pido a Dios y a la Sma. Virgen, la Madre del amor hermoso, que cada uno sea Cristo para el otro, sea sol de Cristo para el otro, es decir: luz, alegría, vida, amor, felicidad.

Pregunta para la reflexión
1. ¿Somos un regalo el uno para el otro?

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