Virgen de Schoenstatt MUSICAS PARA EL ALMA


Radio Tupâsy Rapére haciéndote compañía. Transmitiendo desde Ciudad del Este-Paraguay...

English seorimícuaro French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

Reflexiones
Padre Nicolás Schwizer N° 100 – 01 de febrero de 2011

El apostolado hacia fuera

Podemos distinguir algunos medios diferentes.

1. El apostolado de la palabra. La palabra pone nombre a lo que un modo de vivir sugiere. Propone abiertamente el sentido que uno da a la vida y que se transparentó en el testimonio. Es una palabra que para ser realmente apostólica, debe ser respetuosa, comprensible, fundamentada.

El testimonio más hermoso se revelará a la larga impotente, si no es esclarecido, justificado, explicitado, nos enseña Pablo VI en una de sus encíclicas. Y nosotros somos cristianos porque un día nos llegó esa palabra esclarecedora. Y por gratitud nosotros también debemos dirigir esa palabra, en un momento dado, a hermanos que están buscando, consciente o inconscientemente, el sentido de su vida.

2. El apostolado de la acción. Son sobre todo tres campos que se nos ofrecen para ello: nuestra comunidad, la Iglesia y el mundo.

2.1 La construcción de nuestra comunidad, es una prioridad para nosotros. El mejor servicio que podremos prestar a nuestra Iglesia, consistirá en forjar una comunidad pujante, numerosa, misionera. Y esto exige dedicación y entrega constante.
Personalmente estoy convencido de que algunos de nosotros hacemos muchas cosas y, entre ellas, participamos también de nuestra comunidad. Algunos, quizás, hacen lo urgente y ya no les queda tiempo y fuerza para hacer lo importante.
Otros no son capaces de decir el “no apostólico”. Probablemente nos falte a todos una clara escala de valores. ¿No sería ésta la oportunidad para que cada uno o cada matrimonio se haga una lista de sus prioridades personales?

2.2 Otro campo apostólico es la Iglesia. Queremos ser corazón de la Iglesia.
Creo que tarde o temprano vamos a tener que desarrollar también una estrategia apostólica. Nuestro apostolado no puede ser fruto solamente de gustos o vocaciones personales, sino también tiene que responder a necesidades más grandes y amplias.

Tenemos que estar dispuestos a ello, si hace falta. Pensemos p. ej. en la posibilidad de asumir algún día la responsabilidad por un instituto de pastoral familiar, etc.

2.3 El otro campo es el mundo, campo más específico de los laicos. Somos llamados a transformar el mundo, a transformar nuestra patria, a transformar el mundo. Dios, a través nuestro, quiere crear un nuevo orden social. Tenemos la responsabilidad de trabajar y luchar para que nuestra tierra llegue a ser un trozo de cielo.

El mundo de la política, lo social, la economía, la cultura y las artes y otras realidades abiertas al apostolado nos esperan.

3. Un último medio, además de la palabra y de la acción, es el apostolado de la oración y del sufrimiento. Es un apostolado que todos pueden realizar.

En algunos momentos es el único apostolado eficaz y fecundo. De todos modos debería acompañar siempre nuestras acciones apostólicas externas. Pero me da la impresión que nos cuesta mucho más que la acción. Estamos lejos todavía de ser maestros de la oración y del sacrificio.

4. Un paso más. A nivel familiar, hemos de buscar, tal vez, formas de apostolado comunitario en el cual todos los miembros puedan ayudar. Así la familia se va convirtiendo en una escuela de apóstoles y en un pequeño Cenáculo, desde el cual cada uno es enviado a asumir sus compromisos apostólicos personales en la Iglesia y el mundo. Para ello, nuestro hogar juega un papel decisivo: como lugar de arraigo y de apoyo, como lugar de formación y transformación, como lugar de envío apostólico.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Qué apostolado estoy realizando actualmente?
2. ¿Qué tipo de apostolado me gustaría hacer?
3. ¿De qué manera puedo cambiar mi ambiente?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com